9/08/2010

Random Thoughts




Todavía te siento: como un hoyo que me atraviesa el pecho.

Prisionera.

A veces podría jurar que estoy muerta por dentro.

Últimamente siento con el cerebro.

A veces hay que llorar a lágrima pelada.

No quiero dejarlos entrar a ésa parte de mí.

Leeré esto y no sabré a quién o qué me refería.

Y tú que me lastimaste tanto ya ni te acuerdas de mí.

Sí, generalizo y tengo prejuicios.

Aparentemente, lo mío es de suerte, todo lo he construido, por lo visto, a base de suerte.

Otra vez pensando en optar por el huerto.

Un hoyo en vez de ombligo.

Mentiras malhechas.

Mi idiotez me sigue sorprendiendo.

Mi inmadurez me sigue soprendiendo.

Era tan tonta a los 22. Soy tan tonta a los 28.

Burlarme de mí misma está resultando efectivo.

Me arden los ojos de llorar, pero quiero seguir llorando.

Subir. Bajar. Subir. Bajar. Subir. Bajar.

Vicio de carácter: la tragedia.

Todo está demasiado conectado.

Desde que supe que eras un fantasma dejé de quererte.

Es como si estuviera, todo el tiempo, ausente de mí misma.

Sé exactamente lo que quieres hacer.

17 pasos a la derecha. 2 kilómetros atrás.

Rotundo desapego.

Gigantesca, Mediocridad se precibitaba hacia ella con paso acelerado.

Todo parecía indicar que la atraparía.

No soy más hija de puta. Sólo he aprendido un par de cosas.

A punto de tronar, casi tronando.

Tendremos que fabricar otra ventana.

Soportaba todo menos que le mintieran.

Intento huir de mi sombra, pero ella me sigue a todos lados.