7/31/2010

Si cierro los ojos




Hoy me di cuenta de que tengo superpoderes. Sin importar dónde esté, si cierro los ojos y escucho esa canción revivo eso que sentí alguna vez, idéntico, intacto y, por esos cuatro minutos y algo, te amo de nuevo.

Sé que si cierro los ojos y los aprieto un poco me puedo teletransportar, alargar el tiempo, viajar en él y visitar cualquier dimensión que yo desee. Con tan sólo cerrarlos puedo ser yo y puedo ser otra; puedo ser tuya, suya, o de alguien más; puedo revivir esa tarde de parques y motel, habitar esa escena en el metro, repetirla, cambiar sus personajes, su estructura...

Si cierro los ojos y presto atención a esa burbuja en mi pecho puedo ir a donde quiera, puedo brincar al futuro y encontrarme vieja; puedo volver a ese estacionamiento tan usado;imaginarme con él o pensarme con un extraño.

Por si esto fuera poco, he adquirido la habilidad de predecir mi futuro inmediato y, a veces, si cierro los ojos y me quedo callando, puedo incluso prever las palabras que habrán de ser nombradas, los gestos, las idas y las vueltas.

Pero lo mejor de mis superpoderes es que, cierre o no los ojos, en este momento se siente genial ser yo.

7/27/2010

Pequeñas eternidades**


Siento que estamos del otro lado del tiempo, en una dimensión en la que las horas ya no pasan. Aquí tú y yo somos dioses y creamos mundos por medio de palabras.

Estamos suspendidos en un instante eterno, en donde el tiempo es más largo y los segundos tan elásticos que pueden durar semanas. Flotamos en este sitio donde, como en Luvina, nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años.

En esta eternidad progenitora, tiempo cuasi mítico que se estira y expande, nuestra imaginación es la única creadora. Tú y yo estamos hablando y es lo único que existe, lo único que importa. Aquí los días comienzan y se acaban, pasan y pasan, sin moverse demasiado: alargan el tiempo, lo hacen plano.

Enunciamos creando una pequeña eternidad, un instante sin fin, que recordaremos una vez que, como siempre acontece, el amor se haya acabado y ya no deseemos nuestros cuerpos ni entendamos qué extraño magnetismo nos hizo reunirnos.

En este tiempo largo y suave, nos creamos el uno al otro, nos recreamos en mutuos ojos, somos, por ese breve espacio, quienes queremos ser y no quienes realmente somos. En esta eternidad creadora, en este impasse entre la nada y el inicio de todo, tus semanas de silencio saben a horas; mas cuando hablas la impaciencia del mundo me ataca, los segundos cotidianos me poseen, y deseo con cada centímetro de piel, que no calles, que sigas, hasta que al fin mi cuerpo se reconozca tuyo…

Pero sé que en cuanto esto pase, en cuanto el silencio no exista, el tiempo retomará su cauce, perderá su longitud y pausado fluir, para recobrar sus capacidades mecanizadas y así dictará, poco a poco, el fin de nuestra historia que aún no comienza.

La eternidad se escuchará lejana; el reloj persecutorio, nos devorará un poco en cada paso; seremos juguetes de su inevitabilidad y sólo tendremos la memoria como prueba de lo pasado. En nuestros recuerdos quedarán esos siglos de tiempos para inventar mares y cielos; esos instantes míticos en los que fuimos dioses de palabra e imaginación, esos segundos eternos en los que excitados nos creamos el uno al otro pensando que en esta ocasión no sería efímero y que viviríamos este pensarnos e inventarnos hasta el fin de los tiempos humanos.


**En una de mis clases tengo que entregar escritos con base en diferentes palabras cada semana. Éste resultó de "eternidad", que fue la palabra de la semana pasada.

7/08/2010

Guiños cósmicos



Últimamente tengo la impresión de que el universo quiere sintonizarse conmigo. Cada día una cósmica sorpresa, de esas literarias hechas de polvo de estrellas, espera en la calle o el celular que la encuentre, que la descubra, que la habite.

Con toda honestidad, aunque extremadamente estéticos, estos guiños cósmicos me tienen seriamente confundida. No sé qué busca decirme el universo con ese cúmulo de casualidades que mi naturaleza literaria tiende a entender como mensajes, señales que muestran los muchos caminos existentes.

Sí, esas gotas aladas que intentan despegar del piso después de sucumbir a la gravedad me traen muchos recuerdos; sí, sabía que me hablabas de nosotros cuando los ponías a ellos de ejemplo; sí, me di cuenta que tu sinfonía de color iba dedicada a mí y a mí solamente; sí, comprendí, cabalmente, que tu "broma" no era tal y que buscabas, con humor de msn, decirme que te intereso. Pero aclaro (a los recipientes de las afirmaciones anteriores) que no considero esa literatura cotidiana digna de ser llamada "guiño cósmico".

No, cuando digo que el universo me manda mensajes hablo de otra cosa. Hablo de pensarte y recibir tu mail aquel; hablo de que uses las palabras que nunca te dije para explicar tus inconsistencias; hablo, sencillamente, de nuestra extraña situación, de ese tan lejos, tan cerca.

El universo me pone en frente, literal, tu posibilidad. Sí, la tuya. Con guiños cósmicos, el cabrón hijo de puta, te descubre a unas cuadras o metros o centímetros; a un forward de distancia, un tuit o un mensaje, sea cual sea TU caso.

¿Confundido? Yo también. El universo te puso a ti, lo puso a él y a él y a él también, en mis narices y, por lo tanto, no entiendo lo que quiere decirme, no sé lo que hacer.

Si tú, sí TÚ, consideras que esta botella al mar te habla a ti, por favor ayúdame a entender el camino que TÚ quieres que tome. Esto no quiere decir, en lo absoluto, que al final me decida a seguir tus direcciones (como comprenderás, esto es cosa de pensarse), sería más una cuestión de servicio cósmico, al universo, a su comunidad, una especie de caridad fácil de realizar, cuestión de que, por una vez, te animaras a hablar con claridad.

Y si por casualidad el universo tiene un momento para darse a la tarea de leer esto, le propongo, señor, sea más preciso en las señales porque no quiero romper el equilibrio y la armonía de sus planes. Y ya si anda piadoso, señor universo, agradecería no mandara todas las señales en un par de semanas, tanto estímulo, simplemente, me recarga, no me deja entender la fina literatura que pone en mi cara.

7/05/2010

Miscelánea

Creo que hace mucho, años ya, entré en una fuerte crisis de identidad. No estaba segura de lo que quería hacer con mi vida, sigo algo insegura, pero no igual. Hace unos años, la pregunta se plantó por primera vez en mi cabeza y hoy encuentra al fin respuesta: ¿qué quiero hacer de mi vida? Quiero escribirla completa.

No sólo mi vida, sino también la de otros que la tocan, incluso sin darse cuenta, sin existir realmente o existiendo sólo en mi cabeza. Sí, la literatura me ganó hace unos años y ahora al fin tuve el valor de perseguirla. Una vez más intento asirla, ahora regresando a la escuela, una vez más quiero que sea mía.

En otros trópicos, estoy hinchada de alegría por el futbol. Sí... el dios esférico ha tenido a bien darnos brillo, ahora que la Celeste está en semifinales del Mundial de futbol. Mucha gente dice que con trampa están ahí, a esa gente le digo que no entiende de futbol. El futbol tiene reglas, claras y mientras se cumplan (a mano en el área corresponde penal) no habrá trampa.

Me da un gusto inmenso que un país como Uruguay esté entre los 4 primeros, de entrada porque nadie lo esperaba, pero más porque siento que los muchachos, esta selección uruguaya, se lo han ganado a pulso, han dejado todo en la cancha y creo que eso a muchos les da envidia, porque la satisfacción no nace de que estén entre los cuatro primeros, sino de ese esfuerzo superior, de esa lucha continua, de ese no dejarse vencer por nada, de saber que el equipo lo ha dejado todo y lo que pase a partir de ahora es, como quien dice, un pilón, porque ya con esto, la gloria sabe y sabrá mucho tiempo.

Del país, de México, la verdad que hay demasiado que decir, pero confieso que me encuentro a dieta de los sucederes políticos y no quiero comentar demasiado al respecto, Sí, estoy cansada de la violencia, de la corrupción, de la injusticia, de que nuestras "instituciones" sirvan pa un carajo, de que la gente no se levante y diga basta, estoy drenada y por eso me puse a dieta de noticias, aunque esto no significa que dejamos de lado toda esperanza, no. Esto simplemente se trata de juntar nuevamente las fuerzas necesarias para hacer algo al respecto.

Sí, son muchas cosas, muchas, muchas... Y también hay cientos de #botellasalmar que esperan ser lanzadas, miles de mensajes que buscan salida, pero será otro día, cuando encuentren el cauce del río y salgan libres al océano. Mientras tanto, esperemos Uruguay siga haciendo que nos sintamos orgullosos, los uruguayos, los latinoamericanos, todos; esperemos la escuela sea todo lo que espero y más; esperemos el país no se caiga todo a pedazos en lo que dietamos y recuperamos las fuerzas... Sí, estamos en un momento en el que nos queda sólo esperar.