7/05/2010

Miscelánea

Creo que hace mucho, años ya, entré en una fuerte crisis de identidad. No estaba segura de lo que quería hacer con mi vida, sigo algo insegura, pero no igual. Hace unos años, la pregunta se plantó por primera vez en mi cabeza y hoy encuentra al fin respuesta: ¿qué quiero hacer de mi vida? Quiero escribirla completa.

No sólo mi vida, sino también la de otros que la tocan, incluso sin darse cuenta, sin existir realmente o existiendo sólo en mi cabeza. Sí, la literatura me ganó hace unos años y ahora al fin tuve el valor de perseguirla. Una vez más intento asirla, ahora regresando a la escuela, una vez más quiero que sea mía.

En otros trópicos, estoy hinchada de alegría por el futbol. Sí... el dios esférico ha tenido a bien darnos brillo, ahora que la Celeste está en semifinales del Mundial de futbol. Mucha gente dice que con trampa están ahí, a esa gente le digo que no entiende de futbol. El futbol tiene reglas, claras y mientras se cumplan (a mano en el área corresponde penal) no habrá trampa.

Me da un gusto inmenso que un país como Uruguay esté entre los 4 primeros, de entrada porque nadie lo esperaba, pero más porque siento que los muchachos, esta selección uruguaya, se lo han ganado a pulso, han dejado todo en la cancha y creo que eso a muchos les da envidia, porque la satisfacción no nace de que estén entre los cuatro primeros, sino de ese esfuerzo superior, de esa lucha continua, de ese no dejarse vencer por nada, de saber que el equipo lo ha dejado todo y lo que pase a partir de ahora es, como quien dice, un pilón, porque ya con esto, la gloria sabe y sabrá mucho tiempo.

Del país, de México, la verdad que hay demasiado que decir, pero confieso que me encuentro a dieta de los sucederes políticos y no quiero comentar demasiado al respecto, Sí, estoy cansada de la violencia, de la corrupción, de la injusticia, de que nuestras "instituciones" sirvan pa un carajo, de que la gente no se levante y diga basta, estoy drenada y por eso me puse a dieta de noticias, aunque esto no significa que dejamos de lado toda esperanza, no. Esto simplemente se trata de juntar nuevamente las fuerzas necesarias para hacer algo al respecto.

Sí, son muchas cosas, muchas, muchas... Y también hay cientos de #botellasalmar que esperan ser lanzadas, miles de mensajes que buscan salida, pero será otro día, cuando encuentren el cauce del río y salgan libres al océano. Mientras tanto, esperemos Uruguay siga haciendo que nos sintamos orgullosos, los uruguayos, los latinoamericanos, todos; esperemos la escuela sea todo lo que espero y más; esperemos el país no se caiga todo a pedazos en lo que dietamos y recuperamos las fuerzas... Sí, estamos en un momento en el que nos queda sólo esperar.

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