3/15/2010

Uffff

Iba a escribir algo de Buenos Aires. Iba a escribir algo de acá, pero estoy pensando en que quizá sea hora de dejar de escribir.

Nunca tuve un viaje tan accidentado en cuanto a mis "colaboraciones". Dicen que sí, luego ya con uno en el destino y trabajando, dicen que no... La verdad que esto le da a uno para pensar.

Le piden cosas, en todos lados, siempre sale trabajo y uno se siente afortunado, pero la fortuna dura poco cuando después no pagan, agarran el pie en vez de la mano y queda todo muy confuso.

Dan ganas de dejar de trabajar en esto. Dedicarse a una cosa completamente distinta, irse a recoger kiwis, plantar jitomates o hacer pasteles para vivir. ¿Por qué no lavar platos en Noruega o manejar un colectivo en Buenos Aires? ¿Por qué no dejar el cruel sueño de las letras?

Uno se prepara y trabaja como mula años. De nada sirve, al final, siempre te pasa todo Dios por encima y te tienes que quedar callado. Agachas la cabeza porque no queda otra opción. Sólo sabes hacer esto y hasta cierto punto te sientes afortunado de que puedes hacerlo, pero al final parece que vives en una realidad alterna.

Siempre es lo mismo en todos lados. A diario escuchas que la gente se deja de dedicar a esto por eso, porque la cuestión "periodística" es muy informal... Y ganas no me faltan de mandarlo todo a la mierda y a todos... Parece que no importa cuánto trabajes, cuánto te prepares, cuánto te esfuerces, siempre ocurre lo mismo... Quizá la vida me está queriendo mostrar el camino, aunque uno distinto al que me había planteado.

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