Ayer descubrí que sólo los parques calman mi temible reacción hormonal ante todo, TODO, lo que se me ponga enfrente. Sólo ahí me aguanto a mí misma, porque últimamente me caigo fatal.
Desde que dejé mis pastillas, para hacerme unos estudios, cada día me siento más descontrolada. Es como en el video de Depeche Mode que sale el tipo al volante, pero no puede manejar porque está todo atado y trae una máscara y entonces no ves cómo se retuerce de sufrimiento. Yo voy en el carro, pero son mis hormonas las que tienen el control de todo y la verdad que las hijas de la chingada me hacen reaccionar siempre de la manera más inesperada.
De entrada, desde fines de la semana pasada, tengo mucho que hacer y NADA de concentración. Es como si fuera un escuincle con déficit de atención o ese sindrome para el que les dan pastillas en un intento de volverlos aplicados e inteligentes. Yo nada, no puedo con NADA y no me gusta empastarme y hasta cuando me he empastado, la neta que los fármacos le hacen cosquillas a mis secreciones hormonales.
Tengo mucho que escribir y puedo darle la vuelta 500 veces a una oración sin encontrar lo que quiero decir o cómo decirlo. ¿Leer? Olvídenlo, mis lecturas de la tesis me tienen con la sensación de que la mala vida me hizo perder parte importante de mi materia gris, soy como un hámster, cero razonamiento complejo. Ah... leer por placer, no pues tampoco, no logro seguirle el hilo a nada, después de 15 minutos con un párrafo me doy cuenta de que: a) no estoy leyendo, o b) estoy leyendo, pero no procesando.
Despierto temprano, a la mitad de la noche y no, no estoy cansada, simplemente estoy ansiosa, dándole vueltas en la cabeza a cualquier cosa: por qué no se ponen rojos mis jitomates, hay que comprar tortillas, tengo que llevar un recibo, NO OLVIDAR PRESENTAR IMPUESTOS. Que si el llanto del bebé de la vecina es o no normal, ¿será que lo maltratan?... PEOR que si es o no normal que el llanto de su bebé me despierte a las tres de la mañana cuando mi chavo ni se ha enterado de que hay un bebé nuevo en el edificio. Porque no es como que el niño grita terriblemente y despierta a todos los vecinos, es más, está en un cuarto distinto, pero todas las noches lo escucho y la verdad eso me frikea aaaaaaaaños. Me despierta la lluvia, me despierta mi cerebro que no se apaga, pero que pierde el hilo nada más piensa en algo, estoy en los impuestos, de ahí paso al banco y otra vez llego al punto de que me urge ir al dentista... TODO EN MEDIO SEGUNDO, joder, no me puedo seguir el paso.
Y sí, también estoy alterada, en más de un sentido. Ya no sólo es el gobierno (eso no es de hormonas, es de dignidad), sino también la gente, los bebés, los perros, los semáforos, mi suéter, vaya, que no me peleo conmigo a gritos por obra del "señor", lo hago internamente, pero así al menos nadie se entera. Porque ahora sí que me he peleado con todo el mundo. Y habrá quien piense que es normal, pero con total honestidad, aunque me enojo mucho, generalmente me guardo bastante. Más en contextos en los que NO es apropiado pelearse o bien si ni siquiera tengo una razón para pelearme.
¿A los gritos con alguien de trabajo? Uy, claro, pero me tienen que hacer encabronar para que me suelte y ahora se me sale con una facilidad... Y es que sí, ando de sincerota, sin pelos en la lengua, cosa que por un lado, buenísimo, es más, para muchos harto cagado, porque cuando me enojo escribo y cuando escribo enojada me leo muy chistosa, pero a ver aguántenme diario... En voz alta, en voz baja, por teléfono, por mail... sí... mi chavo luego parece un santo, aunque quienes lo conozcan sabrán que no lo es... ejem, ejem...
Y todo esto porque me paré hace dos horas y llevo una semana intentando escribir una crónica cortita y nada... No me sale... estoy constipada, estreñida, ahora sí que como dice la Laura Flores, me hace falta una depuración antes de que todo se eche a perder dentro. Y sí, la verdad me parece repulsivo ese comercial y a lo último que me incita es a comprar el pinche yogurt Activia que además ni sirve pa dos varos...
La otra parte de la hormona mejor ni comentarla pasa uno unas penas, unos sonrojes, unos calores... Pero si hasta parece que estoy menopáusica. Y es que de verdad, quien no ha vivido esto no lo puede entender... Digo, yo antes sí me sentía hormonal a veces, una vez cada tanto, un poquito hormonal, me salían un par de lágrimas, qué se yo... No esta cosa incontenible, no el berrido absoluto mientras caminas bajo la lluvia en Patriotismo para después sentir una ira imparable contra el poli que se te queda viendo y después bailar con el paraguas porque "qué bonita es la ciudad". No, a ver... hay cosas que uno puede soportar y otras que no, es como si le dan un beso a uno y se chorrea un hilo de baba por la barbilla, en buen plan, por mejor que me caiga el tipo eso ya no es sensual, es asqueroso. Las mamás me la mentarán, pero a mí hasta la baba de los bebés me parece un líquido bastante repugnante, ni hablar de la mía, ¿no?
(Abrimos el paréntesis para hacer notar, ya en lectura que no sé de qué estoy hablando, así es mi cerebro, se va... se va... se FUEEEEEEEEEE, cerramos el paréntesis).
Bueno, todo esto para ver si así se me suelta la tecleadiza de mi crónica que ya tengo que entregar y también claro para ofrecer algún tipo de disculpa, en especial a los hombres, porque qué de encontronazos que he tenido con ellos en las últimas dos semanas... Y Valen, sí, Valen, me agarraste en la hora del llanto, manita, desperté hoy más lúcida y nuestra conversación me pareció salida de Marte...
Digo, esto no le quita el peso a mis palabras, eh, aguas, sólo modifica un poco el tono... A los de Rigo, chavos, sí pienso esas cosas, no hay manera de no pensarlas, la verdad sí pienso a veces que estamos en el hoyo, aunque los quiero a todos, con todo y que algunos desaprueben mis temáticas e intereses en la vida, al final yo sólo soy una albañil de las palabras, entiendo que los arquitectos me vean con malos ojos, jeje
Y sí, la verdad sí pienso que el gobierno nos está atorando de lo lindo y me desquicia que a todo el mundo le valga madres, pero Maco, querida, no quería yo ofenderte con mi posición de renegada, si lo hice, una disculpa... Lo mismo a nuestras compañeras de cine el otro día, porque ahora que pienso cómo llegué, entiendo la cara que traían... Y yo tan fresca comentando al muchachito... uffff, qué muchachito...
O Gaby, querida... qué te digo, no me aguanto ni yo... Por eso me encierro en mi casa y busco eliminar todo contacto con el exterior...
En fin, el caso es que ya me hice mis análisis y mañana me los dan, así que la semana que viene sabré al fin qué es lo que me pasa, si tiene solución o si pasaré el resto de mis días en un high hormonal, perdiendo amistades y trabajos, porque como estamos no me puedo concentrar... Y lo que más me duele es que hoy quería ver lo de Pessoa, pero como no puedo escribir, como no puedo nada, pues me chingo y me quedo en casa...
Sí... estoy algo acelerada... Si no mencioné su nombre, pero los he taggeado, nada más es porque probablemente me compartieron algo y mi sensibilidad de niña hormona no me permitió apreciarlo de la forma correcta o porque quizá dije algo medio raro... en fin...
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